Sin embargo, cuando se trata de menores puede estimarse necesario establecer una esfera adicional de protección. La navegación por Internet buscando información resulta una tarea habitual en el ámbito educativo y familiar. En la red se pueden encontrar una inmensa cantidad de contenidos. Algunos de ellos pueden resultar inapropiados para los menores por su propia naturaleza: Imágenes o contenidos violentos, racistas o sexistas. Dé carácter sexual y/o pornográfico. Promoción de la anorexia y la bulimia. Información relativa a drogas, sectas, terrorismo, etc.